Se me esconden las manos de tu abrigo.
Se me enfunda la piel en tu mirada.
Se me van. Se me vienen al recuerdo
girasoles de de luz
porque te amaba.
Se me enquistan los labios de tus besos.
Se me encienden las ansias en tus ansias.
Se me olvida olvidar el cruel silencio.
Se me encubre de lágrimas el alma.
¡Ay! que se me burla el viento
traicionero de amores.
¡Ay! mi guarda.
Precioso, tía, como siempre. Escribes genial¡¡ Un abrazo
ResponderEliminarJka.