Respiro sin reparos un aire
entreverado en fresco.
Abro los ojos de par en par
y veo en danza alegre de comadres...
cuatro señales,
cuatro lazadas en blanco y negro,
cuatro que forman un todo uno,
-ayer, cadencia tangencial-
trazado irregular.
Algún agorero impenitente
-ayer, cadencia tangencial-
trazado irregular.
Algún agorero impenitente
ha lanzado que se oiga bien
el mensaje eternizante y más:
"...Y próspero", -clama-
Me confundo y me fundo entre
las desperezadas sábanas
sobre el lecho elegante
de mi otra calenda privada
en cámara oculta.
Opulencia de
Opulencia de
risa y suspiros.
Y sin conceder tregua,
sin asomo de nostalgia,
sin un temblor de pulsos,
decido hacer causa común
a marchas forzadas
aún con sabor a muérdago...
El tambor acomete el ritmo,
Mariss Jansons lo secunda.
Mariss Jansons lo secunda.
Entre palmas y 'radetzkys'
se me ha desclavado en horas
un misterioso 2012
¡Ronda que ronda bienvenido!