[ 'vuestras las mentes, vuestros los prados fandangos']
Hay que dajarlas en paz,
de paz moliente,
o así corretear el espacio vital de la prisa
y escaso encanto
Cuando ya se anublan mentes
de tanto pastar
-prados verdes floridos-
hojarasca de impensables,
hay que ponerlas a salvo
improvisando avisos
de entender
por muchos años
y acaso encanto
Cuando ya el aire aspira tibieza,
cuando no acucian nubes,
se cierra
en flancos
el imaginario colectivo
discreto de franca luz
adivina
y ocaso encanto.
Hay que saberlas capturar inexactas,
pensadoras de este asiento
de navegar
ocho mundos ponderados
y enjugarles la faz
discretamente,
peregrinas discretas mentes,
y, es caso, encanto
Cuando enfilan nublados
a dejarle tuerto al amo,
mejor que acortarle alas
con que acordonar los cielos,
misericordias, señor,
acordarle desengaños
y al caso, un manto peregrino
de percutir
erres con erres
que la nube infinita
se ha pervertido emborranando
palabras para un final.
Era eso lo que quieren, aspirantes
a lunas luceros:
dar vueltas de lado a lado
Es eso,
espiral de infinito nublado, mas gi
ran
do,
g i r a n d o,
Es eso,
espiral de infinito nublado, mas gi
ran
do,
g i r a n d o,