jueves, 29 de septiembre de 2011

RAYANDO EL CIELO



No es otro sendero luminoso
No es el cauce limpio tras el tsunami
No es cuatro puñales clavados en mi pecho
No es el alarde caritativo de tu ofrecimiento
No es el hábito que deshace monjes
No, siquiera, es la santa odiosa compaña
No es el ultimatum oneroso
No es sufrir lo insufrible
No es el remanso placentero de azules de playa
No, la vasta colina siempre verdeante
No es la siesta consumada, sin hora al punto
No, aquel vergel, naranjitas y limones.
Era que vivir del tiempo
Era mirar hasta el cielo
Era tenderse al ocaso
Era ganar la batalla
Era un deliquio amoroso
Era por valles y cuestas
Era la simple abundancia
Era cumplir con el orden
Era la línea marcada
Era el objeto de culto
Era la culpa olvidada
Era de buenos, por buenos
Era de macros, por macros
Era con solos de orquesta
Era para solo malos
Era un cumplido de alcoba
Era esperar de lo justo
Era mi alba vestimenta
cuando me gritaban: ¡¡Mamma!!

PiliMPilar. Generosamente, para tantas madres que me siguen.

viernes, 16 de septiembre de 2011

A TIEMPO A DESTIEMPO







Quintetos/heptasílabos


Esbelto en lunas
todo el reloj va  en  luces
cuerda y madera
Más áulico es el baile
de tu oído entre formas.

Cadencia en soles
toda batuta impera
guiño a los solos.
Se aprestan las sonrisas
tras un final perfecto.

Destiempo el tiempo
jardín el huerto
flor de los valles
y el musgo trepador
 en verde sombra nace




Ed..por MªPilar Blanco Unzué













viernes, 9 de septiembre de 2011

COMO MORISCA, TULES



¡Ay, mis mieles,

dádme de este contento!
cielos dulces , largo cielo,
azules por si los tengo

y por si no los hubiera,
no se me tornen en hieles.
¡Ay, mis mieles,
tended en manto,
laureles,
fruta como no hubo alguna,
madre  mía, mamy pura...
y aunque me pierdan fortunas,
guardadme  arrimo
en los bienes.
¡Ay, los hielos
de  estos cielos.
¡Ay, qué tienes!




domingo, 4 de septiembre de 2011

EL HECHIZO II



Como me ponga fura te arranco un ojo: el blog


 Mi tiempo se ha esculpido  en dos relojes
entre esferas y cuarzos diamantinos.
Ya ni acierto a encontrarlo, que se ha ido
a aliviarse las penas.
Sinsabores.
Tu  honor enmohecido despereza
y rebusca poderes del amor.
El hechizo va  en segundas anunciado
y el reloj impostor lo desajusta
y redime potencias del amor
de privilegio
o  se consagra enternecido...
¡Ah, mi tiempo, tus tiempos
finamente entretenidos
en mirar cómo reptan los segundos
parsimoniosos
fulminando las trazas que dejaste
de un amor impasible.
Igual que el mío.
¡Ay, un tiempo volaba echando vuelos
hacia el nido primario, tremoroso
y aprendía que al roce de unos labios
se escapaban las alas del olvido!
De otro tiempo pasado solo queda
el desdén de un arcano impertinente
de  las luces
cercadas por la aurora que se instaura.
Y de nuevo el hechizo de la mente.