martes, 21 de julio de 2009

CÁNTICO

CÁNTICO
La de un viernes de agosto, por ser llena.
La de un jueves de abril, por renombrada.
La del cuento de niños que se asustan.
La que pintan brillante, fría y gualda.
La que canta un poeta en sus poemas.
La que finge que a todos da la cara.
La del sueño de los enamorados
viendo en ella el espejo de sus almas.
La que no tiene miedo a que la pisen.
La que sale de noche, solitaria.
La tontona, y la llaman Catalina.
La que es triste, sin luces y sin agua.
La de disco redondo, cuando plena.
La de cuerno al derecho, si menguada.
La que pronto será nuestro destino
si es que atina el programa de la NASA.
La que arbitra las noches y los días.
La anunciante de la Semana Santa.
La que viste de manto con estrellas
a la niña que quiere ser muy alta.
La que gime cuando la agita el viento.
La que ríe, porque nadie la alcanza.
La que asiste puntual como testigo.
La que tiene su oficio y no se cansa.
La del 'Claro de Luna' de Beethoven.
La que en hora feliz fue mi aliada.

¡Que te canten, te digan mil piropos,
Luna grande, redonda, despejada!



Era un descaro pasar por alto los felices 40 años que nos ha proporcionado a crédulos e incrédulos la llegada a la Luna, aquel domingo caluroso de Julio.
El presente CÁNTICO se suma a otra reciente experiencia vivida, gracias a "El Viento de la Luna". Muy bien, Muñoz Molina, por más que a lo mejor ni te creas que aquellos perdidos astronautas , Aldrin, Collins y Amstrong, de verdad se perdieran por aquellos 'cerros de Úbeda'. Yo dudo hasta de mis sombras.

3 comentarios:

  1. Haces bien en dudar, Pili, pues lo de la Luna conquistada es un mito que ha sido creado para ocultar otras conquistas que se hicieron con ayuda de los pervertidos annunaki. José

    ResponderEliminar
  2. Yo no sé quién serán los annunaki. Pero después de ver la supuesta nave y el supuesto traje espacial en el museo de Washington, no puedo creer de ninguna manera que hayamos pisado la luna.
    Con una carroza de las fiestas hubiéramos llegado antes

    ResponderEliminar
  3. y no solo antes,sino que además con el merecido jamón por delante, de primer premio.
    Ya les había pasado a la colla "los Serafines"´
    tiempo no muy atrás, con su soberbio caballico de Troya. Y qué pasó? pues que un carro de fuego los arrebató y allá a lo lejos se reconviertieron en simples troyanos, más exactamente, virus

    ResponderEliminar

el patio de mi casa