Cada vez que sonríes
corro hacia ti como alas
desatadas.
No, no te vayas.
Cada vez que sonríes,
cada vez
puedo abandonarme
a un cielo abierto
entre nubes que en tu cuerpo aguardan.
Amapolas granas.
Esta vez que sonríes,
esta vez
tu voz llama.
Tibias de lluvia las caricias se agrandan. Te cubro con locura.
Te asumo el alma. Te asiento.
Cada vez que sonríes
aceros de corazas
se deslían en el tálamo de gracias.
Sonríes
y un acortado cuchillo silencioso
te apaga de amor.
Cada vez que sonríes, consumido el placer
parpadean tus luces, consumadas.
Cada vez, si sonríes,
solamente un jilguero
guardará vigilante tu ventana.
a ver si acierto.
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