[de obligado cumplimiento marcarse una por fandango]
O para que una noche te sirva
bien fría de bendiciones
un trago.
Un pitido y un ensalmo
lene, amoriscado.
Para que [sin voz ni voz]
se te oferten
dos de intemperie a refrescar,
ve, y díselo al co-men-dador,
dador echador de cartas
rumiador de rituales
que te lea a bajo precio
las buenas noches
íntegras con premio arcano.
O para que te afanes presto,
que lo sé lo sé muy bien,
en buscando
por entre salpicones de hisopo
el rocío vespertino
que se te llevó escondido
la luz Urania del equinocio.
Para al fin [soto voce, no se enteren]
[nadie te turbe a miradas]
recibas a manos llenas la proclama
de mi encargo:
Nocturno de negro y humos
saboridos. Decolorados
con clic clac de castañuelas.
y fandangos.
Llamadas, vate, llamadas.