Pero asómbrame de sombras que sirvan de velo
tupido. Guarda segura, negror de albura eterna.
Asómbrame y dame sombras.
Déjate, más no me dejes
seas ríos,
seas auroras.
¡Ay los ayes,
¡Ay, son penas!
Sigues perdido tu nombre
de ruidos que no me nombran
Ríe si quieres tu risa
de plomo, pesada y fría
Pero cúbreme de sombras
que son plata cuando ríes
que son llanto cuando lloras.
Aguárdate con mi guarda
que dejo a tu lado, quieta.
Silénciate porque no oigas
luna de estío. Una estrella,
Silénciate porque no oigas
luna de estío. Una estrella,
palabras que arrastró el viento
viento que cifró promesas.
Promesa que mientan pactos
pactos con hilván secreto
Secretos de alcoba en sombra.
Sombras purísimas
sobran
aunque brillan como platas.
aunque brillan como platas.
Sombras de soledad me asombran.
.
Pilar, cada día te superas, unos versos geniales.
ResponderEliminarLas sombras..., a mí me seducen las sombras, y tambiénme gusta que me asombren.
Un besico, guapa.
Después de un largo periodo de no poder pasear en tu Autocare, abro mi Google Reader (147 entradas por leer) y me encuentro con esta joya tuya, una de esas maravillosas e íntimas asociaciones entre un poema y una melodía. La letra es el melancólico poema homónimo de Rosalía de Castro del libro "Follas Novas", uno de los poemarios más conocidos de Rosalía y el último que publicó en lengua gallega.
ResponderEliminarSu timbre nos sugiere la lejanía marinera, el día gris en esos pequeños puertos del norte rodeados de verdes montañas brumosas. Eso, unido a la desgarrada pero potente y pulida voz de Casal, pone, desde mi punto de vista el contrapunto perfecto.
El poema expresa de manera concentradísima la trayectoria espiritual de Rosalía ante el descubrimiento del dolor. Un tema, “las sombras de Rosalía” del que podríamos estar escribiendo horas.
La sombra de estos versos que tú describes deja paso a otras muchas sombras....sombras que ocultan misterios, pensamientos que nos pertenecen y que no nos pertenecen...entre las sombras hay un mundo de promesas y secretos...
ResponderEliminary la sombra del asombro que causas cuando imprimes estas letras en las que cada uno al leerlas siente sus propias sombras.
Es una delicia venir a tu Autocare de Miramare y deleitarme con versos tan templados, tan finos, tan reverberantes de emociones y buen decir. Admiro tu pluma, poeta, ese cómo acometes tus emociones y las organizas en versos limpios y penetrantes (sin verso).
ResponderEliminarAbrazos mil.
Me agrada un mogollón, pasar por acá. Ver como la canción "Negra sombra" una de las mejores que personalmente considero del celuloide gallego. Pero, acompañados de estos versos, no son sombras... Aquí se vislumbran figuras exótericas, perspectivas isométricas, carros de fuego, conjuros de magia, dulces manjares y postre de arándonos... Genial, amiga. No conocía este lugar tan peculiar. Pero pasaré con delicadeza, para sentirme abrigado.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Pilar, ante todo, quiero acgradecerte tu visita y comentario en mi blog.
ResponderEliminarY también desearte de corazón que las sombras te asombren pero nunca te asusten ni te arredren.
Besos
Y yo temo de las sombras, aún cuando forman parte del estío. Que temo de las sombras de los años y del ocaso de las estrellas. ¡Si temo de las sombras! y de su conjuro en mi cuello.
ResponderEliminarUn beso Pilar.
Si su excelencia tuviera tiempo en www.hablaspalabras.blogspot.com
ResponderEliminarhay una distinción para sus versos.
Un abrazo.