No he terminado
de oir.
No se ha esmerado
el tímpano en decidida afinación.
No he concebido pasar por alto,
como si nada fuera,
la acogedora sala de estar
de estos escritos
que atan
y desatan
pasiones y enredos
No he sabido
repercutir mi voz
para que fuera
siempre siempre
eco
sonante
incesante
o te lo
apropiaras,
solo tú, único y universal dueño..
No he dado un solo paseo
por las gloriosas plegarias
desprendidas
del aire,
cumpliendo el mensaje atmosférico
que te mandaba.
No he sentido la presencia
inverosímil de mis
dioses
y diosas
del Olimpo
que me asisten.
No. No los he
llamado en mi ayuda
Mas aquí se han perpetuado
en la
búsqueda
ellos, poderosos,
sin solicitar su presencia.
Mas aquí están los tímpanos,
Sí las plegarias
Sí los ecos....
Sí he querido soltar de la mano
las fuentes
de agua viva
para regar albahacas
y alhelíes, como tu estela de aromas.
Sí, he atendido a tus cuentas
y Sí he atisbado tus cuentos.
Sí podrás indicarme
por qué sendas
he de buscarte
y tenerte un instante
para siempre.
si quieres acceder a la partitura original dle canon Sumer is icumen está en uno de mis enlaces o bien visitando http://www.soton.ac.uk/~wpwt/harl978/sumerms.htm
ResponderEliminarun saludo
¿En qué enlace concretamente, por favor?
ResponderEliminarhola me gust´mucho este post!es muy bello...gracias por compartir!
ResponderEliminarun beso
lidia-la escriba
Es precioso.....
ResponderEliminarA veces hay algo que te llama la atención nada más empezar a oirlo y te atrapa la conciencia creando una sensación para recordar cada vez que evocas ciertos momentos.
Pilar, no sé que pasa que me salen todos los comentarios que te hacen en Autocare en mi correo. Tal vez se ha cruzado algo o no sé que pueda ser pues yo no he hecho nada para que esto ocurra.
ResponderEliminarEl poema me parece de los más bonitos que he tenido el placer de leer en tu blog. Sí al verso perpetrado desde el meollo de la música y de tu voz escrita.
Hay instantes que pueden ser eternos.
ResponderEliminarLa música es tan intensa y penetrante que en unos instantes te pueden recordar una vida.
ResponderEliminarLa música coral, como el sonido de la Naturaleza o la risa de un niño son el puente que nos une con el más allá. Y para los que creemos que éste no existe, nos eleva del suelo como si fuera cierto.