Mejor es que los brotes de los árboles
aún inseguros
prescindan de la furia del viento
Mejor que a la espera de abriles
se me quede perpetuo
este marzo indolente .
Aligerado .
No es verdad que recuerdes
auroras cambiantes.
Ni es verdad que se escapen
Ni es verdad que se escapen
tus salidas de tono
insufribles.
Mejor si ya es cierto
que te empeñes
en lucir tus locuras
de un día.
Mejor verlo.
Y mejor que ni sepas
ni entiendas
hasta dónde se aleja
la impostura de ayer
que narrabas
con la precisión de un rotativo de imprenta.
No es verdad que te encierran
y acometen
fantasmas como espectros
sin oir tus pisadas al regreso.
Ni es verdad la cancela que echaste
Ni es verdad la cancela que echaste
de tu paso hasta el mío.
Y un cerrojo de
fuerte candado.
No es verdad . No pretendas
abrir y cerrar torpemente.
Mejor atesorar
como si es oro en paño
como si es oro en paño
y reliquia
lo que guardas con esmerada parsimonia.
Mejor eso
aunque sea verdad
que te ocultan
del tronco los árbloles
con los brotes decididos,
incapaces de hacer frente
incapaces de hacer frente
a la fuerzas de abril.
primavera al acecho,
que te llama y persigue
como guardianes. Siempre sintiendo
que cambias.
Tuve el privilegio de escuchar a Mercedes Sosa en un teatro de Badajoz, hace muchos años. El cambio de los días siempre me pareció una convención, pero es verdad que todo evoluciona y que los ciclos de la vida son los que son. En este momento, nos pongamos como nos pongamos, es imposible dejar de sentir que todo está brotando de una manera poderosa y no podemos hacer nada contra eso. Sí podemos, eso sí, ponernos en su dirección y brotar de nuevo con la vida y formar parte del conjunto como un elemento más, que armoniza. Un beso
ResponderEliminarEl mundo en continuo rotativo,la vida evolucionando en constante giro y salto de estación. Lo que sí es verdad es que nos necesitamos los unos a los otros de modo afectivo más de lo que imaginamos.
ResponderEliminarUn beso, nos vemos el viernes, ¿no?