sábado, 30 de octubre de 2010

SEÑALES EN LO ALTO

 Se dejaba sentir un sonido impreciso de aleteo rápido, cuando en lo alto surge el origen del murmullo sonante:  Surca  el cielo cercano  una bandada de grullas, en perfecta formación y en caprichosa línea de semicírculos, de zigzag cambiando de sentido a las órdenes del ave pionera. La disciplina es total en el conjunto que acata el código secreto de comportamiento, y el resultado a la vista no puede ser de mayor prodigio. Las grullas  se cambian de residencia a las puertas de la estación fría en busca de otros parajes de planicie alta y seca. Al abrigo del agua, sal y sol, tierra extensa en la laguna besando Gallocanta.
Ajenos a cualquier mirada, los pájaros han continuado volando muy lejos. Tanto, que la estampa negra de puntos se ha borrado en el azul certero de la tarde.
Luego se hizo visible otro coro de luces encendidas. Esta vez algo fantasmal: Dos aviones dejaban clara la estela de su vuelo mientras se empeñaban a fondo  en llegar a destino en un aeropuerto.
Señales también inequívocas.

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el patio de mi casa