viernes, 2 de abril de 2010

A UN PASO DE LOS OFICIOS

Esta tarde, igual que ayer, hay oficios. Son los Oficios. Merecen mayúscula porque su nombre es propio.
No común y no de propiedad.
Claro que para no pertenecer a nadie, bien disimulado lo llevan los oficieros. Aquí, de un de todo, de varones y de hembras. De chicos y chacos. Todos tienen sus activos y por eso mandonean mucho a simple vista.
Ellos aparentan ser los amos del cotarro. Con un bombo a cuestas, o tambor a la cintura, o cornetín al soplo. Y para camuflaje, el hábito.
Tengo una vecina que se pone habilario. Debe ser la ropa rara, rara. Nunca explica en qué consiste un verdadero habilario. Creo que yo sí lo sé:
Es un trajecillo de nazareno delaalmunia, o de nazarenodemorata, que tampoco se quedan cortos éstos dándole al boomboom. Los nazarenos  así como las nazarenas ya no son los nacidos en aquel idílico pueblecito, de poquísimos habitantes en Judá de Galilea.  Qué más quisieran. La interculturalidad (¡Uf!) los ha inscrito en cualquier registro y por eso son ciudadanos del mundo, con sede en todo Aragón y en Hispania entera. Por si no lo sabían ustedes.
Hoy se deben por entero a su trabajo.
Cuando rasgue el firmamento en la hora sexta, cada cual irá a su tajo, al Oficio. Para éste no tendrán que cantar el 'Agios o Theos Athanatos Ischyros Eleyson Imas'. Tendrán bastante con el peso de su instrumental. Y si no, se verá.

2 comentarios:

  1. Qué bien que os lo pasaís por la Almunia.
    Un abrazo Jka.

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  2. http://www.youtube.com/watch?v=nN2SZb1Tb6g&feature=related

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el patio de mi casa