lunes, 25 de abril de 2016

INCIENSOS, INCIENSO




 Antes: todo se hace ciudad 
y se hace poema y se hace intercambio. Y envejece
Después: el punto inexacto
en que el aire crece porque tiembla
y los cielos descienden
y a los astros renueva
una plácida
fragua en posos de dios
Entonces
con la llave abandonada en el suburbio de sueño
ahí, ya no cabe
anunciar cuánto irresistible es el silencio
que ofrenda
sepulcros como albas
luz
incienso
y guía
ahí los ojos como
espanto
afincados en la
estrechura fiable siempre lecho
-insoslayable que no ve
-innombrable que no retrocede
-eterno. que todo es flor y no delirio

ahí, olor a vuelco de paciencia
a corazón de asfixia
porque fundieron en espejos
las angustias una a una
enteramente.
entonces, el espejo clandestino
qué me dices,
qué, tú que miras y remiras que ya es pliegue mi sombra
si no soy?
qué, que en un minuto crucial
todo es pulso de luz
gestada sin ser gesto
Otro más
tengo fuego de
noches
-no es incienso derrocado   aquí, sí
en la cúpula  final. aquí
no fue un latido

 
 













3 comentarios:

  1. Creía que Sarco Lange ya no existía. Me he perdido de mucho.
    Los poetas se juntan. Sus letras hablan fuerte.

    Besos niña poeta

    ResponderEliminar
  2. El silencio es mi padre y mi madre.
    También mis abuelos.
    Y el vacío que me espera.

    ResponderEliminar
  3. Todo huele a incienso, los años, las experiencias, el futuro... Salud.

    ResponderEliminar

el patio de mi casa