¡Ay, mis mieles,
dádme de este contento!
cielos dulces , largo cielo,
azules por si los tengo
y por si no los hubiera,
no se me tornen en hieles.
¡Ay, mis mieles,
tended en manto,
laureles,
fruta como no hubo alguna,
madre mía, mamy pura...
y aunque me pierdan fortunas,
y aunque me pierdan fortunas,
guardadme arrimo
en los bienes.
¡Ay, los hielos
de estos cielos.
¡Ay, qué tienes!
en los bienes.
¡Ay, los hielos
de estos cielos.
¡Ay, qué tienes!
Si solicitas esas mieles, con tanto énfasis en la palabra y en el verso, se te concederán.
ResponderEliminarUn beso para ti.
Otro para ti, Taty.
ResponderEliminarLas mieles no entienden de distancias, ni abismos, ni fronteras.
Mamy pura, mamy blue!!! Ay, los cielos de aquellos hielos!!!Todas las mieles azules para ti, corazón, en lo que te queda por disfrutar de la vida. Eso sí, ahora cuídate mucho y recupera pronto tu forma interior y exterior. Que te mejores, corazón. Te mando muchos besos y agradecimientos por tu llamada.
ResponderEliminarNo hay mejor cosa que desear algo con pasión para que se cumpla. Pero nadie sabemos los caminos por los que irán nuestras mieles, a si que disfrutemos de ellas cuando las tenemos en los labios.
ResponderEliminarGracias por tus palabras en mi blog. Por aquí me quedo. UN bessito
...lumbre del alma viva en tí siempre...
ResponderEliminarun fuerte abrazo. J.R.
Tienes el poderoso talento de integrar guitarras, palmeos, taconeos y castañuelas a tus versos ¡increíble! No he podido leerte sin esos sonidos.
ResponderEliminarMil felicitaciones.
Un abrazo.
Suena positivo.
ResponderEliminarLa canción me retrae a....¿cuarenta años atrás?...que barbaridad.Me encantaba de niña.
Tendría yo la edad de la Primera Comunión cuando triunfaban los Pop Tops, ya entonces me gustaban, y si no, que se lo pregunten a mi madre, que siempre que la veo en la cocina llevo años que la abrazo por la cintura y le canto el "Mamy, Mamy...".
ResponderEliminarEnvidiables tus cualidades para escribir tan bellos poemas y miel en los labios que podemos saborear gracias a tu generosidad.
Un abrazo Pilar, que tengas buen día.