Merece la pena leer a algún articulista del domingo para dejar las cosas claras, en su sitio.
Es el caso de 'tener ángel', que con tanto cuidado nos presenta en su columna Don Manuel.
Don Manuel da en el clavo y recuerda, por si se nos estaba olvidando, que lo preferente es caer en gracia a su debido tiempo. Ser gracioso es irrelevante sobre todo si el ángel custodio que anda a la vera de cualquiera no te ha resguardado suficiente, y las cartas siempre te las echan torcidas. No tienes carisma. No eres afortunado. Que no, que no, que no tienes ángel y todo se te va de las manos. Se tuerce hasta tu propio destino, ya es mala pata.
A estas alturas de 'siglo de la perfección', cabe invocar el patrocinio de algún angelito para que nos allane el camino de espinos y todo se nos torne rosas. Silvestres o de cultivo, pero flores al fin.
La dificultad estriba en saber encontrar ese mirlo blanco, sin temer nos abandone. Yo estoy en el empeño. No me rindo. Aunque con la mano en el pecho advierto que parezco predestinada a no encontrarme jamás con mi guardián, el ángel. No sé vosotros cómo andáis.
jo, mama, yo también voy fatal de ángeles custodios celestiales. Menos mal que tengo por aquí algunos angelicos y angelicas terrenales que me allanan el camino...
ResponderEliminarun beso