Ha llegado el momento oportuno para desvelar el arcano del autocare. [Ya se oye currelare tu rodare cual dulce susurrare en altamare. Autocare de Miramare]
Allá va la re-velación y que se haga la luz:
Ocurría cada mañana de ni recuerdo cuándo que el cura de Miralbueno usaba como exclusivo medio de locomoción la guagua aquélla polvorienta e infernal, casi casi. Entonces única
posibilidad de tracción mecánica, descontado el 'sanfernando', claro. Por aligerar la espera, y apenas aparecía el morro rojo pálido del auto, allá por la Avenida Navarra, el dicho cura la emprendía con frases lapidarias generalmente en verso y en canturreo de soniquete . Ahí se gestó el principio: "¡Ya se oye currelar"! que poquito a poco derivó y cristalizó en CURRELARE .
Fase segunda, surge el sujeto activo con fuerza explosiva: "tu rodar", cuya consecuencia fue TU RODARE.
Interfase, de puro complemento: "cual dulce susurrar" (por lo del ruido diabólico del cacharro a lo lejos) . Con lo que ya nos adentramos en el SUSURRARE.
Metafase y desenlace: "en alta mar". Para que 'pegue' perfecto EN ALTA MARE.
Apoteosis y síntesis, a semejanza de lo que ocurre en la mitosis, lo denominaremos telofase o apelotonamiento final, AUTOCARE de MIRAMARE, bajando dos punticos el tono de voz y dándole un bamboleo especial al fraseo.
De todo lo cual fui testigo y cooperante necesaria aun reservando para otro capítulo las razones que a ello me abocaron
tiempo atrás, atrás, perdido se diría,
cuando rayaba con empuje la era moderna que ahora nos ocupa. Y el inventazo del blog para disfrutar más de lo más. Ignoramos qué mayores discurrimientos nos traerá el futuro lejano. Éste, tan nuestro por cercano, es espectacular.
Allá va la re-velación y que se haga la luz:
Ocurría cada mañana de ni recuerdo cuándo que el cura de Miralbueno usaba como exclusivo medio de locomoción la guagua aquélla polvorienta e infernal, casi casi. Entonces única
posibilidad de tracción mecánica, descontado el 'sanfernando', claro. Por aligerar la espera, y apenas aparecía el morro rojo pálido del auto, allá por la Avenida Navarra, el dicho cura la emprendía con frases lapidarias generalmente en verso y en canturreo de soniquete . Ahí se gestó el principio: "¡Ya se oye currelar"! que poquito a poco derivó y cristalizó en CURRELARE .
Fase segunda, surge el sujeto activo con fuerza explosiva: "tu rodar", cuya consecuencia fue TU RODARE.
Interfase, de puro complemento: "cual dulce susurrar" (por lo del ruido diabólico del cacharro a lo lejos) . Con lo que ya nos adentramos en el SUSURRARE.
Metafase y desenlace: "en alta mar". Para que 'pegue' perfecto EN ALTA MARE.
Apoteosis y síntesis, a semejanza de lo que ocurre en la mitosis, lo denominaremos telofase o apelotonamiento final, AUTOCARE de MIRAMARE, bajando dos punticos el tono de voz y dándole un bamboleo especial al fraseo.
De todo lo cual fui testigo y cooperante necesaria aun reservando para otro capítulo las razones que a ello me abocaron
tiempo atrás, atrás, perdido se diría,
cuando rayaba con empuje la era moderna que ahora nos ocupa. Y el inventazo del blog para disfrutar más de lo más. Ignoramos qué mayores discurrimientos nos traerá el futuro lejano. Éste, tan nuestro por cercano, es espectacular.