[¿ Por quién no echó un pulso la belleza? ¿Por quién?]
Fueran umbrales, meandros
sigilosos de suspiros.
¡Si te fuiste
llorando a campo abierto
y al cielo intransigente
lacrimoso!
Fuera cuando más,
otro inútil desteñido azul turquesa.
Fuera, en fin, la tarde limitada a ceder luz
imparcial,
cuando menos, penumbra silenciosa
que coronaste mi sien
aún celaje gris perla los mis ojos.
Era
era
liderar el valor simbólico de un te quiero
hecho herida,
sutura ayer y hoy.
Fuera
suspirar solicitando latidos,
codo a codo
suspendidos en tu balcón.
Bien fuese que ahí estabas,
como esclavo
clavado en clave ausente.
Y no sucede nada
fuera de retener el tiempo,
su tiempo,
mi tiempo
el tuyo
cuando la simple madeja de soledad
solo sabe instruir
SILENCIOS.
suspirar solicitando latidos,
codo a codo
suspendidos en tu balcón.
Bien fuese que ahí estabas,
como esclavo
clavado en clave ausente.
Y no sucede nada
fuera de retener el tiempo,
su tiempo,
mi tiempo
el tuyo
cuando la simple madeja de soledad
solo sabe instruir
SILENCIOS.