EL TERCER DÍA

Si hubiera rosas

rojas , las habría buscado

en cualquier sitio remoto

sin espinas,

por  acariciarlas.

Y las habría guardado

 delicadamente

sin más que

extraer la esencia perdurable.

Si siquiera existen,

he  de correr a su encuentro

hasta tenerlas  conmigo,

que jamás me falten.

En tanto persisto en la búsqueda,

dejo esta transposición de la 'SÉPTIMA SENSIBLE',

en cuyo alambique se destilará

 todo un aroma de resurrección.

Como búcaro con flores de abriles.

ODA

De cuyos sones puros

cualquier enamorado está prendido.

Sabe aguardar seguro

un beso apetecido

del fuego de pasión,  enaltecido.

O COMO AGUA

Esto solo puede ser una canción.
Una canción nada más.

Quisiera fuera una declaración de amor

romántica

 sin reparar en formas ni modales.
Una canción que ponga freno

 a lo que siento ahora a raudales.

Y decirte de amar solo de amores

O de cantar si te amo que te ame.

Nada más.

Enteramente te amo.
Si me faltaras

no sabré ir a morirme

en dos instantes.

Si me faltas,

ni risas  ni detalles

de morir desahogado entre tu

abrazo.

Pero si he de morir,

sea contigo y me calmen

tus manos.

Y tu  voz.

Y tu aliento.

Y tu dicha conmigo

por amarte.

ASCENSIÓN

Otro mar y otro río de azules peregrinos

Otra estela brillante de conchas

en la arena dorada.

Otras pausas improvisadas

de ardor. Como altares de un día de amor

entrelazados.

Otras naves   me cruzan la senda luminosa

que no he osado hollar sin ti..

Otra vez  mar antiguo

profundo

cuyos peces parlotean, seguro,

solo griego y latín, 

se te deja escapar un suspiro.

Y me absorbo entre ese acompasado vaivén

de tus olas. Como si fueran mías

Como si fueras tú y yo, que

contabas y nadie te oía.