lunes, 18 de abril de 2011

ODA


De cuyos sones puros
cualquier enamorado está prendido.
Sabe aguardar seguro
un beso apetecido
del fuego de pasión,  enaltecido.

3 comentarios:

  1. Insisto en el beneficio de andar por un lugar con alguien que lo conoce. Me ha encantado esa voz y sí, aquí ya había entrado, pero aquí dejo de nuevo testimonio de mi paso. Un beso

    ResponderEliminar
  2. Me he quedado arrebatada, Pili, dulcemente sacudida en mi interior. Esta pieza que no conocía se ha convertido en uno de esos actos contemplativos que te deja sin palabras.
    Un día leí que tenemos que acostumbrar al alma a mirar, escuchar y sentir por ella misma. Lo primero las cosas bellas de este mundo; después las obras bellas, como ésta, hechas por personas bellas.
    Si nos ejercitáramos podríamos arrancar de nosotros lo que nos sobra, limpiar lo oscuro hasta iluminar la virtud embellecedora. Quizás así tendrían lugar transformaciones personales que llevaran a cabo los auténticos cambios sociales. Gracias por este descubrimiento.

    ResponderEliminar
  3. Si me da miedo morir tan solo es por no saber si en el más allá existirá algo tan sublime como lo que acabo de escuchar. Este mundo de contrastes es duro, atroz incluso, pero siempre pesa más el lado bello, por eso nos aferramos a él con eternas raíces, con semillas, con versos... con lo que quiera que sea que deje constancia de nuestro paso.

    ResponderEliminar

el patio de mi casa