lunes, 22 de julio de 2013

LOS GUARDIANES ESTABAN DE GUARDIA






['Ay, linda amiga que no vuelvo a verte/ cuerpo garrido que me lleva...']



Como se me cae el sueño
se me cae
sin guardas
este colosal año de estío
(Mes de justicia
y bocas cerradas)
Como se me encierra el sueño
de semanas y
pulso cantoral
que me caigo
que se caen de impulso
los que callan porque callando dejan saber
de magias de poetas
al punto de convertirse prodigio
Porque estamos guardianes
del celo de una palabra. Una sola,
la feliz ya no infeliz.
Una, la sin mancha,
sin vestido de nupcias, pobre.
[Ahora la dejaréis plegada
en el sudario de amainar ventiscas e iréis
pre
sur
osos
a colmarla
en el estadio de flores secas,
marchitas
las que hieden agostos
de veranos imposibles.
[Ahora más, tal vez en calma chicha,
dejad caer
si
aquel garabato-poesía os sirviera para otra cosa
que ser nada.]

Como se me cierne el sueño,
dejo un guardián de rescates a la puerta
y edén, no se apreste de prisa alguna 
Lo dejaré cristos mudos, mezcla piedad savia bruta enajenada.
[Luego
en soñar despertares
veré si al alma hago aire.
Veré que a la luz no mire
lo invisible de la noche
perdida de negro en humos
ahora, que caigo entre sueños
de dos vates esplendentes
[Previos, caídos de arrullo
van,
y se van porque han venido
a brillarme transparencias
con dejos de hacerse noche.

[A estos enmudecen  dueños]

martes, 9 de julio de 2013

DOS MILLARES CIEN ENCADENADOS






['nadie cautivará  al cautivo']

Entreabrirás la puerta
impermeable al alud de los deshielos
Y asombrarás de sombras
el balcón de mirarte desvaídos
Redoblarás cadenas
cuando faltes en brillo de olvidos
y encubras la noche
si en verla van dos ojos. De latidos
de yunque en la sien
te velará la tierra
tornadiza de epístolas,
capelina de monstruo
muerto insepulto, cerca.
Ahora ruega te enjuguen
al cabo cien ojos sin dueño
que miran
que lloran a nadie,
dos millares de riesgo de esperas.
Franquearás la puerta
Recubrirás de lunas
la arena inamovible en mil palabras.
Retornarás la puerta
muy después de extender la sábana
que te airea risueña
su albura procaz.
Rezarás alabanzas de día
como tiro de gracia
a matarte en los sesos el filo
oración. Beso y rezo ritual
Madera envejecida
(Ramas del árbol sin pies
recubierto de nada)
Entreabirás las puertas
cuando las sombras declinen
y te aplasten
y burlen
y juren a golpe y martillo
el dorsal de tu muerte segura.
Flores
lunas luneras
y miseria como hojas caducas.

Pero si antes, al alba, dispones
morirte a pedazos,
recubrirte en negror como espadas
cuando amaine la luna,
hazte sitio,
temblor.
Hazte fragua