domingo, 17 de marzo de 2013

LA RENDICIÓN NO AVISA. POR TRAIDORA





[solo cuando el pensamiento se sienta cómodo en simple silla de anea]

                                       Ocurre lo irreparable
 

Me has confesado
que te ibas de sueños.
Como de parranda si te vas
no vengas.
[Has anunciado doce imposturas]
Confiesa que no estás para
heptasílabos
menos, para silvas
peor, para estancias de terciopelo,
la críptica hermosura.
Que no te has embriagado,
 bien han dicho,
llegado al justo mar
de acordes,
pervertido.
Que oías pasos
y risas de niños
y risas de ancianidad
y risas de bestias puras
o risas de haber llorado
lágrimas sin consumir
a todas horas
a toda luna escarbada, sin picaporte
en  llamas
llamaradas.

Si te ven, que te vuelvas.
Que te impelan los vientos de arrastre
Como si al llegar
despliegas
doce alas, aquellas, sin piedad.
Conquistadas
    [No lo exageres]
Me decías que aún ibas
de sueño dormido
a beberte los néctares de la Tierra.
a tragarte el mundo
Que de secreto no le prestaste remilgos.
Se te rindió sin más.
a carcajadas.

domingo, 10 de marzo de 2013

ENTONCES SÍ, TE LO DIRÁN LOS AIRES






['sin nihilobstats mediantes. Ainsi tu inventes le théme
du Narcisse exaucé']



  

  te lo diré,
mensajero,
para ahondar el surco
ese de tierra
firme
(tálamo de brotes aún vírgenes)
donde queda entrecavada
fecundidad
destellos
arrogancia
seducción de tumbo en tumbo.
  Te lo diré,
mucho antes en paz
paciente
antes que la lluvia 
mansa  de ponientes
te infunda vértigo
que temes.
  Te lo dirá
la digital balanceada
sobre tallo
frágil:
[claro sol a toda costa
des
va
río]
para que  sí
sepas entre aires
cómo apaisar
la bonanza, -fiel despecho
te habrán de decir los luciferes
prisioneros de soledad-
cuando ahí te siembres.

    por los siglos. sin inventar temas