jueves, 16 de diciembre de 2010

EL MISTERIO DEL CAPULLO

¡Señor, Señor, qué cosas pasan en mi barriada!
Voy a ser concisa en el relato y que cada cual, leyéndolo, saque consecuencias. O no las saque, es irrelevante.
Guardo en un recipiente con agua los brotes de un desgastado 'palo de Brasil', para que arraiguen, y un bulbo, también marchito, de flor. Jacinto, para más señas.
Hasta aquí, nada fuera de lo  normal.
Mas, ¡ay, qué sorpresa ! desde hace unos quince días observo que el bulbico aparece en el suelo, salido del recipiente, como si una fuerza maligna lo sacara de su sitio.
Cada mañana procedo a recolocarlo en el jarrón,[¡ahí quieto, te digo!] a la espera de acontecimientos.
Éstos, invariablemente, se producen para mi asombro. También para mi zazobra. En plena intemperie, ya es gordo!!
Me falta por saber a qué hora o en qué momentazo de la noche tiene lugar la deserción del capullo. En adelante, mientras hallo explicación  verosímil al prodigio, así lo haré constar.
Solicito consejo de personas afines a la botánica casera, ya que no de detectives privados, sobre qué hacer con tan delicado tema .
Y no es broma por más que estén al caer los santos inocentes. De ésos ya nos ocuparemos como es debido.
En otro rato, otro versículo, queridos míos.

1 comentario:

  1. mamá, parece mentira que una mujer de experiencia como tú no sepa la explicación a este fenómeno. Es sencillo, en realidad: Jacinto es un capullo juguetón. Je Je.

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el patio de mi casa