domingo, 4 de octubre de 2009

"LA CAMA".(relato)

Ésta pasada ha sido una noche histórica.
Y no por más corta. Ni por más larga. Tampoco debido al sábado, que casi todo lo pinta bien. Nada fuera de lo común.
¿A qué obedece la historicidad, pensaréis?
Vayamos por partes.
Mi cama ha levitado, y con ella, yo.
Me he alzado medio palmo a ras del suelo y he creído estar en otra esfera, tal cual.
Después de años esperando y esperando, al fin se presentó el hombre del camión, con nueva cama y jergón
cambiando de abajo arriba
la faz de mi habitación.
"Lorca puro, neta Lorca
no es poesía: soy yo
la que ha reestrenado lecho
sin más que trocar colchón".
Octubre en su cuarta esencia de nostalgia y de algodón
hecho sábanas. Esta soy yo.
Otro día, otras cosas. Pero ayer primer sábado de mes. Todo un acontecimiento teniendo en cuenta que mi abandono en brazos de Morfeo esta vez ocurría con cabeza, cierto, pero ¡sin pies!

(Y para una correcta interpretación sin tregua a equívocos, admitimos que tantoBloque entrecomillado caput como pes cobran su verdadero valor referidos a la dichosa cama o lo que quedó de ella, sin trampa)






3 comentarios:

  1. dichosa cama que ya llegó. En ella puso Pili cabeza y pies. cON CABEZA SÍ, CON PIES NO.
    fELICES SUEÑOS TUVO SOÑANDO SIN PIES pero con cabeza-l.
    Y de Lorca, los muebles y ya vale.
    Anónimo Angelita la de siempre

    ResponderEliminar
  2. Lo de los "años esperando y esperando", dilo mamá, es una licencia poética porque han tardado tres días. La que llevaba años y años esperando a que llamaras al poeta era yo...

    ResponderEliminar
  3. Así ya queda aclarada la licencia poética. Nada pintaba aquí don Federico. Pero venía de perlas Lorca con la cama a cuestas.

    ResponderEliminar

el patio de mi casa